934 161 660 934 155 104 info@tediem.com

El absentismo laboral se dispara hasta el nivel más alto desde el 2009

Por |2017-11-24T10:01:54+00:0024/11/2017|Categorías: Publicaciones Laboral|Etiquetas: |

Las horas perdidas por bajas suben casi un 50% durante la crisis y llegan a una media de 4,99 al mes por empleado
Los expertos recomiendan mejorar el clima en las empresas para aumentar la implicación de las plantillas

La recuperación del empleo iniciada en los últimos años en España lleva aparejado un efecto menos positivo para las empresas y el mercado de trabajo. El absentismo laboral causado por bajas por enfermedad y por otros motivos se ha disparado alrededor de un 50% desde los niveles mínimos registrados durante la crisis y ha alcanzado el pico más alto desde el 2009. Además de aflorar problemas de salud, los expertos ven detrás de los datos un síntoma del mal clima laboral que se vive en muchos centros de trabajo.

Todos los indicadores coinciden en mostrar la misma tendencia a una fuerte alza. Uno de los más utilizados para medir las ausencias de los trabajadores es el de las horas perdidas por incapacidad temporal que aparece en la Encuesta Trimestral de Costes Laborales que elabora el INE. El dato correspondiente al segundo trimestre de este año muestra que cada trabajador perdió una media de 4,99 horas al mes, un 47,6% más que el mínimo de 3,38 horas y el nivel más alto desde las 5,01 horas del 2009, después de empeorar el incremento de las ausencias registrado hasta el primer trimestre.

Motivos personales
Otro indicador del incremento se puede encontrar en la encuesta de población activa (EPA), según la cual el número de trabajadores que perdieron horas de trabajo por «razones personales o responsabilidades familiares» ha aumentado un 50% en relación con la cifra más baja en un tercer trimestre y supone el nivel más alto también desde el 2009.

Entre los motivos que explican la escalada de las ausencias en el trabajo, tanto las comprendidas en las bajas por incapacidad temporal como el absentismo por otras causas, se encuentran, según expertos y sindicatos, la disminución del miedo a quedarse en paro debido a la mejora del mercado de trabajo, el aumento de las cargas de trabajo por el mayor volumen de actividad que tienen que asumir las plantillas y la desmotivación creciente de los empleados en un contexto de precariedad laboral.

El asunto se ha convertido en motivo de preocupación en los departamentos de recursos humanos y en la patronal CEOE, que vinculó un tramo de su oferta de subida salarial en la negociación de un pacto finalmente frustrado con los sindicatos a la reducción del absentismo en las empresas.

Mejora del clima laboral
Pero esa reducción que busca la patronal también depende, en buena parte, de la política que siga la dirección y los mandos de una empresa, según un estudio de la consultora Ayming. «En muchas empresas consideran que el absentismo es es una pieza clave de la gestión pero no se han planteado hacer acciones o no se enfoca adecuadamente», explica Almudena Goulard, experta en el tema de Ayming. A su juicio, en el absentismo también es de aplicación la máxima de que más vale prevenir que curar y eso implica una política de recursos humanos que tenga en cuenta a los trabajadores y sus necesidades.

Los directores de recursos hamanos encuestados por la consultora admiten que una buena parte de las ausencias de sus empleados, al margen de las causadas por enfermedad, tienen relación con razones personales, las altas exigencias del trabajo, la falta de reconocimiento o la insatisfacción con el sueldo. «Hay mucha presión para reducir absentismo y el equipo también presiona. Si miras a corto plazo, lo conseguirás pero tienes que mirar a largo plazo. Lo conseguirás por encima de las personas, pero no con las personas», añade Goulard.

Más productividad
Para conseguir una reducción sostenible a medio y largo plazo del absentismo es crucial mejorar la comunicación bidereccional entre los mandos y los directivos y la plantilla y viceversa y dar a los trabajadores la oportunidad de tomar decisiones sobre su trabajo. Las compañías que cumplen esos requisitos mejorarn su productividad en porcentajes superiores al 90%, según un sondeo de la consultora.

Para la experta en absentismo, «la línea que separa vida personal y laboral a veces es muy fina. Tiene que haber un bienestar potente en la empresa porque si no la gente no se sentirá a gusto y entonces aumentan las bajas por motivos psicológicos relacionados con el clima laboral pero no por enfermedad».

Impacto en las cuentas de las mutuas
La escalada del número de trabajdores en situación de baja por enfermedad común así como la prolongación de los periodos de incapacidad está teniendo un impacto directo en las finanzas de las mutuas de accidentes de trabajo. Se trata de la peor situación desde que las mutuas asumieron la gestión de la incapacidad temporal por enfermedad común.

El recorte en los beneficios de las mutuas ha provocado que la aportación anual que hacen a la hucga de la Seguridad Social financiada con los excedentes haya pasado de 103 millones en el 2015 a solo 2,3 millones en el 2016. Las mutuas gastaron en prestaciones por incapacidad temporal 5.993 millones, un 12% más que en el año anterior.

(Noticia extraída de El Periódico de Cataluña)

 

Ir a Arriba